El curriculum es un entramado de contenidos, experiencias y actividades educativas, no neutras. Expresan los saberes que una sociedad desea transmitir a las generaciones jóvenes y no están exentas de los criterios de poder que expresa la historia de un grupo o un país.
"Entramado", trabajo fotográfico, 2012, correspondiente al album de Las Preguntas de la Prof. Susana R. González |
La toma de decisiones en torno al curriculum es uno de los aspectos centrales de las funciones directiva y docente. Este componente del proceso educativo, está construído a
partir de la selección de contenidos y
saberes que se desean transmitir. Es un
recorte arbitrario de un arbitrio cultural. Implica que algunos contenidos de un campo
del saber o del conocimiento, se privilegien
para su transmisión social a
través de la escuela. Arbitrio que además está teñido de relaciones de poder y
que es la expresión de la cultura dominante. Es expresión de la“Blanquedad” de
la cultura, blanquedad del currículo, términos de Apple que nos remiten a los efectos del colonialismo blanco.
Sin embargo, debemos diferenciar algunos tipos de
currículo. Por un lado el currículo prescripto que es el oficial; el curriculum
explícito, precisamente aquel que contiene los saberes y conocimientos que
en determinado momento histórico se considera necesario transmitir a las nuevas
generaciones. Está constituido por la especificación de las intenciones de
enseñanza y el desarrollo de las prácticas educativas (incluye objetivos,
contenidos, metodologías, materiales, criterios de evaluación, etc.), diseñados y/o programados en distintos
niveles de especificidad y concreción (jurisdiccionales, institucionales, áulicos). Se relacionan especialmente con la actividad escolar cognitiva. Son prescriptivos porque
pautan la enseñanza de conocimientos social y científicamente significativos,
pertinentes a la compleja realidad sociocultural. El término hace referencia a
la dimensión normativa del currículo, en tanto los diseños establecen con
carácter de ley qué y cómo enseñar.
Pero además,
la escuela enseña y los alumnos aprenden, formas de actuar y percibir la
realidad, de relacionarse con los otros, modelos de autoridad, de respeto y de
comportamiento que no están explicitados, ni figuran en los documentos, que se
silencian pero dejan huellas, especialmente en el entramado vincular. Este es
el currículo oculto.
También está el currículo nulo, o ausente, u
olvidado, ese que no está en las aulas, ni
los diseños macro. Esos contenidos que nunca se seleccionan ni se
enseñan.
Connell (1999) hace un interesante análisis de este
tema y aborda el concepto de justicia curricular. Al respecto expresa que un
currículo, como organización y distribución continuas de conocimientos, ayuda a
formar los intereses sociales, y a arbitrar entre ellos. Que un programa de
aprendizajes comunes, esto es, un currículo que pretende abarcar a toda la
población escolar, encarna relaciones de hegemonía entre los intereses y los
grupos de la sociedad a la cual sirve. Son tres los principios que, a su
criterio, nos permitirían orientar la tarea hacia un proceso de justicia
curricular:
1- Incorporar los intereses de
los sectores más desfavorecidos como base de un currículo contrahegemónico.
2- Desarrollar la participación
y la escolarización común, en el marco de prácticas de cooperación y relaciones
horizontales en las que todos se beneficien con el aprendizaje de los demás.
3- Trabajar en sentido de la
producción histórica de la igualdad. “El criterio de la justicia curricular es
la disposición de una estrategia educativa para producir más igualdad en todo
el conjunto de las relaciones sociales al que está unido el sistema educativo”.
(Connell , 1999, p.69)
En conclusión, el currículo y el conocimiento deben ser vistos en definitiva como productos sociales. El
conocimiento y el currículo no son cosas, como la noción de contenidos
–tan imbrincada en el sentido común educativo-
nos conduce a creer. El conocimiento y el currículo corporizan
relaciones sociales; son producidos y creados a través de relaciones sociales
particulares entre grupos sociales interesados. Por eso, traen la marca de esas
relaciones y de esos intereses.
PARA REFLEXIONAR
¿Qué contenidos que forman
parte del currículo prescripto, se mantienen a través de las distintas etapas
históricas?
¿Qué aconteceres y relaciones
forman parte del currículo oculto de su institución y de su aula? ¿Es posible pronunciarlo?
¿Qué contenidos que pertenecen al currículo nulo u olvidado y se podrían incorporar
al trabajo escolar?