lunes, 20 de agosto de 2012

Texto y contexto


El hecho educativo es un proceso que se basa en las relaciones vinculares entre sujetos y conocimiento; situados en contexto. Conocer y aprender es convertir el contexto en texto. Texto a leer, a comprender e interpretar. Contexto a transformar.
En estos párrafos se describen hechos y situaciones relatadas por un niño en edad escolar. ¿Cómo convertir ese contexto en texto a trabajar?



Textuales


Elvio

Elvio tiene 11 años. Es uno de los pibes que se apuran en la entrada del supermercado para llevarte el carrito. Hace bastante que nos conocemos, me ayuda mientras recorro las góndolas y me acompaña las dos cuadras que tengo desde el supermercado hasta mi casa. A veces me visita y se queda charlando un largo rato. Tiene ojos renegridos, pelo cortísimo y pinchudo y unos dientes blancos que muestra sin complejos porque se ríe todo el tiempo. La boca me recuerda el dibujo de una tajada de sandía en su rostro siempre alegre. Habla mucho, aunque con oraciones breves.
 –Yo soy hermano de Piquíto- me dijo el primer día que lo conocí. –Bueno, hermanastro—corrigió después. –No, es mi hermano porque él está en mi casa desde antes de que yo naciera—agregó enseguida.
--¿Es hijo de tu mamá? Le pregunté por seguir la conversación. --No, él no tiene mamá. La mamá lo abandonó. Pero no quiere hablar de eso!—me recomendó apurado. --¿Es hijo de tu papá entonces?—insistí para reconocer el parentesco. –No, el papá se juntó con mi mamá. Pero está preso, es el que mató al policía, con el Minga. El Minga después se suicidó en la cárcel—me contó de un saque.

Brisa
--Mi hermanita está maldita—me dijo otro día a la salida del colegio.
--¿Cómo maldita? ¿por qué? –le pregunté asustada.
--No sé, se ha puesto mala. Me pelea.
--¿Cómo se llama tu hermanita?
--Brisa, Brisa de los Angeles.
--Brisa, qué nombre raro. Es raro y lindo.
--Sí es Brisa de los Ängeles, pero maldita.

El hermano rubio

--¿Viste que robaron en Casa Pérez?
--Ah, sí, escuché algo
--Los que robaron son los amigos de mi hermano.
--Ayyy, ¿y tu hermano también robó?
--No, a él no le gusta hacer nada. Ni robar. Sólo le gusta tomar cerveza. Los esperó en el bar tomando.
--¿Qué hermano es? ¿No será Piquíto?!
--No che, Piquíto no toma nada. Es el otro, el más distinto. Mi hermano rubio.


 Los militares
--Los militares mataron mucha gente. Tiraban gente al mar.
--¿Y vos cómo lo sabés?
--Me contó la maestra, a mí sólo no, a todos los chicos—y agregó--la gente  tenía miedo.
--¿Sabés por qué?
--Ellos los amenazaban y perseguían.
--¿De dónde sacás tantas noticias?
No me contestó y se encogió de hombros.

Noche sin mamá

--Anoche nos quedamos solos. Mi mamá se fue a lo del abuelo.

--¿Con quién te quedaste?

--Nos quedamos Piquíto, yo y mi hermanito.
--¿Cuál?
--El de 6.
--¡¿Solos?! ¿Y no tuvieron miedo?
--No, mi hermanito, el de 6, tiene un revolver.
--Dios mío, no anden con armas, tengan cuidado!
--No, si tira desde los 4. A los pajaritos.


La familia del abuelo
--Tengo algo para contarte. Se fue la señora de mi abuelo.
--¿Adónde?
--A Paraguay. Se la llevó la hermana,  para que nazca el bebé allá.
--Ahh, y el bebé, ¿qué es de vos?
--Tío, je je ---y le dio mucha risa.

Final

Un día llegó temprano y había perdido la sonrisa. Dejó caer la bicicleta y me dijo de golpe: --se murió Piquíto. La poli le tiró al Rubio pero le dio a Piquíto--.
Nos abrazamos fuerte y nos rodeó el silencio.


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