Educar en contexto implica convertir el contexto en texto. Texto a descubrir, a conocer, a cotejar, a criticar, a comprender. En estas líneas, algunas ideas sobre los aspectos a tener en cuenta en una escuela inclusiva.
(Texto Cívico. Pintura de Xul Solar)
Decisiones
pedagógico-didácticas
La
flexibilidad con que se organice el contexto escolar influye en las
posibilidades de inclusión. Es el ambiente, el contexto del aula y de la
escuela, el que produce cambios en el sujeto a educar, al estimular
determinadas formas de estructuración cognitiva y favorecer los procesos de
construcción de los conocimientos. Las instituciones de modalidad progresiva en
su funcionamiento favorecen los procesos de integración escolar: trabajan con
la totalidad de las situaciones, se animan a experimentar, investigar nuevos
enfoques y reflexionar sobre los propios procesos de conocimiento. El aula se
convierte en un verdadero foro de intercambios simbólicos, en los que el
maestro ofrece los instrumentos culturales más explicativos, heterogéneos y
comprensivos; programados con relación a procesos fundamentales para el
desarrollo de competencias sociales. Esto es, aprender a aprender;
metacognición, afianzamiento de estructuras de comprensión, solución de problemas
y capacidad para planificar y codificar la información.
El aula que favorece la inclusión, será un lugar en el
que el cruce de culturas y subjetividades, habilite el encuentro con el otro y
abra márgenes para conocer, probar, descubrir, crecer y trazar acuerdos. La
organización del espacio aúlico y exterior (patios, excursiones, visitas
guiadas, etc.) constituirán un entorno educativo que favorezca la zona de
desarrollo próxima en la que cada alumno aprende con los demás, en pequeños y
grandes grupos, mediante la utilización de tutores pares o adultos y en
interacción con símbolos, personas, recursos, artefactos, tecnología. A tal
efecto, resulta positivo que el docente modifique su mapa cognitivo del aula (esa especie de microconstrucciones que tiene el docente en su mente para ahorrar enegía y que lo lleva a ubicar por ejemplo a los alumnos en determinado lugar en función de premisas preestablecidas: si hablan mucho, si saben poco, etc.). Para esto, ha de procesar creativamente la información que posee de la clase y el
aula y producir nuevos programas contextualizándolos en el espacio ecológico y
proporcionando nuevas redes de significados al fluir cambiante del mundo
escolar. También la incorporación de la tecnología como instrumento de
accesibilidad. En los casos de discapacidades motoras o sensoriales, las
adaptaciones tecnológicas permitirán utilizar la parte menos afectada del
cuerpo y suman un amplio campo comunicacional y de interacción con los otros y
con el conocimiento. Es
preciso aportar diversidad de recursos y técnicas para recuperar la motivación
y las posibilidades en el aprendizaje: aprendizaje significativo, mapas
conceptuales, resolución de problemas, aprendizaje por comprensión,
investigación de tópicos, estudio de casos (microsociales; relacionados con el yo; mesosociales:
relacionados con lo próximo y macrosociales: relacionados con espacios más
amplios), experiencias de simulación que se refieren a estrategias que potencian el conocimiento cercano a la vida real y su utilización activa en situaciones cotidianas.
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