viernes, 22 de junio de 2012

Despatologizar la patología


A través de este juego de palabras se pretende llamar la atención sobre dos situaciones posibles debidas a intervenciones educativas "iatrogénicas": por un lado la fabricación del  fracaso escolar y  y por otro la construcción de anormalidad y/o potencialización de la discapacidad.  Se toma un caso específico a los efectos de que se analicen las variables que    pudieron intervenir al momento de decidir las hipótesis de diagnóstico y abordaje educativo.
J. M. es un alumno con un problema biológico de  nacimiento.El diagnóstico institucional explicita: “Fisura palatina. Manifiesta déficit atencional, posible etiología por disfunción cerebral mínima no comprobable en estudios neurológicos. Dificultades auditivas asociadas.”
Los problemas en el habla provocaron serios inconvenientes en su escolarización. Sumado a esto tiene antecedentes de discapacidad: un pariente con lesión cerebral y secuelas profundas, hecho que marcó significativamente a toda la familia.
Hasta los 3 años concurrió a un Centro de Atención Temprana por sus dificultades en el lenguaje oral. De 3 a 5 años asistió a un Jardín de Infantes común donde se mantenían las dificultades en el lenguaje oral y problemas en la estructuración de la representación mental y esquema corporal.
Durante su escolaridad primaria, pasó los dos primeros años en escuela común pero con dificultades. No respondió a las características “resultadistas” de la institución a la que asistía: escuela con matrícula numerosa, “exitosa” y “exitista”, que representa a un grupo de la sociedad local –clase media y media alta- , con el cual se identificaba la familia. ¿Cuáles fueron las consecuencias? Situaciones de enseñanza y aprendizaje centradas en el  verbalismo, memorización, cantidad de “deberes” para hacer, gran resistencia a la integración de nuevos docentes y  de diferencias socioculturales en todos los actores institucionales. 
El “perfil” de J. M. no respondía al modelo -o tal vez molde- pedagógico. Era un alumno con una discapacidad manifiesta -desde lo biológico- para los aprendizajes académicos tradicionales. Los prejuicios de padres y docentes -al ser coherentes con el modelo de “una máquina de enseñar” basada en las premisas de gradualidad y simultaneidad- incrementan la  brecha con el ideal escolar
En este contexto, J. M. comenzó a no responder al nivel ni al ritmo de aprendizaje del grupo, ni a las consignas impartidas –“homogeneizadoramente”-  por la escuela, ni a las exigencias de la familia que cargaba su día con actividades extraescolares y  concurrencia a ”particular” como apoyo para el logro de las expectativas prefijadas. No pudo estructurar los diferentes aprendizajes  cada vez más abstractos. Así se inició un ciclo de repitencia, cambio de escuelas, integración con escuela especial y finalmente escuela especial. El resultado fue el fracaso escolar que -exitosamente y entre todos- supieron conseguir. Su trayectoria siguió un recorrido conocido y reiterado por numerosos alumnos. Tanto la familia como la escuela, atados a mandatos sociales que asignan un lugar importante a la educación convencional y a viejos paradigmas sobre la inteligencia y la escolarización, signaron una trayectoria escolar que hubiera podido ser otra de haberse entendido las diferencias y de poder visualizar otras perspectivas.
Tampoco se cuestionaron las marcas  dejadas por algunas intervenciones quirúrgicas, ni la incidencia del familiar discapacitado en las relaciones vinculares y en la constitución de la subjetividad de J. M, ni las matrices de aprendizaje formadas en su primera infancia dentro del grupo familiar, ni el peso de las ideas previas de los propios docentes. Por medio de los procesos de subjetivación se adquiere una forma de ser, estar, pensar y actuar. 
Nos preguntamos ¿Cuánto pudo influir  en su trayectoria escolar el hecho de no poder estructurar el lenguaje como forma de comunicación fluida y la conformación de su autoimagen acerca  de sus propias capacidades y posibilidades?

¿Qué otras preguntas o qué respuestas podemos pensar a partir de este caso, un caso como trantos?

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